El pasado 29 de enero tuvo lugar en la Asociación un encuentro literario entre el autor canario, Javier Hernández Velázquez y los componentes del club de lectura. En esta ocasión, el libro que comentamos fue El sueño de Goslar. Coeditado por las Editoriales Aguere e Idea, colección G21 Narrativa Canaria Actual.
Javier Hernández-Velázquez nació en Santa Cruz de Tenerife. Licenciado en Derecho por la Universidad de La Laguna y funcionario de carrera de la Administración Local. Es uno de los autores seleccionados para el proyecto CANARIAS LEE.
Su primera novela fue Factotum (2005), luego ha seguido publicando La identidad fragmentada(2007), El fondo de los charcos(2011) y El sueño de Goslar ( 2012) .Tuvo el detalle de regalar a la Asociación un ejemplar de dichos títulos.
Comentó que su primera novela, Factotum, refleja la lucha de poder y la corrupción institucional. Al preguntarle cuál era la novela con la que se sentía más satisfecho, contestó que sin duda es, El fondo de los charcos, un trabajo de reconstrucción histórica y de reivindicación de la figura del poeta Domingo López Torres.
El sueño de Goslar no es sólo una novela negra, donde hay asesinatos, robos y venganzas; en la que, tras la pertinente investigación llevada a cabo por el inspector Carles Pedregal, se resuelve el caso. En esta historia, encontramos además, sentido del humor con situaciones rocambolescas, personajes inquietantes y diálogos rotundos.
La trama de la novela se centra en el robo de la escultura de Henry Moore, El guerrero de Goslar, ubicada en la Rambla. Al llegar a este punto, el autor se muestra entusiasmado cuando habla de los dos acontecimientos culturales de magnitud mundial más importantes ocurridos en Canarias. El primero, tuvo lugar en el año 1935, en el desaparecido Ateneo de Santa Cruz con la inauguración de La Segunda Exposición Surrealista, que reunió obras de Picasso, Dalí, Magritte, Max Ernst , Óscar Domínguez…Recalca que para entender la exposición es necesario conocer la labor que desarrolló la revista Gaceta de Arte, fundada en Santa Cruz que defendía las vanguardias artísticas europeas y en la que colaboraban los escritores Eduardo Westerdhal, Domingo Pérez Minik, Pedro García Cabrera, Agustín Espinosa, Domingo López Torres y Emeterio Gutiérrez Albelo. El segundo, ocurrió en 1973, cuando Santa Cruz acogió La Primera Exposición de Esculturas en la Calle, insiste en el hecho de que las obras instaladas en aquella ocasión las podemos contemplar todavía en las calles de Santa Cruz y aprovecha para invitarnos a la asistencia a los actos que se van a programar para conmemorar el cuarenta aniversario de este acontecimiento cultural. Son muchas las páginas que dedica en la novela a hablar de arte, no olvidemos que la protagonista, Alex Stibrings estudió Historia del Arte y regenta una galería.
El autor sitúa sus novelas en Santa Cruz. Encontramos a lo largo de la obra descripciones muy acertadas. Veamos algunos ejemplos: “Subí al tranvía en la plaza de La Paz, justo donde ya no hay plaza, mucho menos paz y el bullicio de confluencia de caminos marcaba un claro antagonismo con algo que se pareciera lo más remotamente a la quietud” (pág. 169). “ Detuvo el vehículo en el bulevar de la avenida de Anaga frente al cuartel de Almeida. A su derecha, el ángel exterminador de las izquierdas insulares mantenía la piedra fría, verde y sedienta. Era un consuelo perverso que los políticos estuvieran dispuestos a mantener los Principios Fundamentales del Movimiento y, por el contrario, dejar morir los símbolos como la Plaza de Toros”. (Pág.58)
Al tratarse de una novela negra, la crítica social está latente en toda la obra: “-¿Y cómo se presenta el futuro?
-Teniendo en cuenta que los poderes públicos han dejado de creer en la educación pública y que interesa crear un estereotipo de adulto-borrego, ya me dirás” (pág. 97).
Se habló de los personajes y el empleo de la primera persona cuando narra Alex y de la utilización de la tercera persona cuando se trata de Carles Pedregal, Perro Negro y el resto de los personajes. Hernández Velázquez afirma que esta es la última novela en la que el inspector Carles Pedregal interviene, pues quiere evitar que se identifique su obra con la actuación y resolución del caso por parte del mismo.
La fascinación por el cine está latente en la novela. Contó lo mucho que le debe a su abuelo que fomentara esta afición.
Un aspecto muy destacado en la novela es la utilización del humor y la ironía, que suele emplear en momentos de tensión narrativa. Así, en la página 279, cuando Perro Negro había disparado a Jota Jota : “Una bala le había atravesado el pecho. Apenas podía tenerse en pie. Intentó mover las manos, como si necesitara ayuda, como si no supiera si ponerse a mear o comerse una acelga”.
Otro de los recursos empleados son los dichos, sentencias y aforismos: “Los hombres admiran a las rubias, se casan con las morenas y se acuestan con las pelirrojas”.
Sobre la novela negra explicó la diferencia entre “pulp pop” y “hardboilet”. Sus referentes son Chandler y Hammet, entre otros. En Canarias hay escritores muy buenos de este género, citó a Alexis Ravelo, José Luis Correa y Antonio Lozano.
El tema de la corrupción y el desinterés que muestran los políticos por la cultura suscitó un interesante debate entre los asistentes. Desde aquí agradecemos a Javier el buen momento que pasamos y le deseamos mucho éxito con su obra.