Senderismo en el Teide
Después de ir observando en la ruta de subida el paisaje el suelo y la vegetación con las distintas clases de flores destacando el amarillo de los codesos, realizamos la primera parada en el Mirador de Chipeque desde donde pudimos contemplar, debido a la ausencia del mar de nubes, el Teide en su esplendor así como el Valle de La Orotava, todo el Norte de la isla hasta Teno y entre las nubes un poco de la isla de La Palma.
Continuamos nuestra ruta y en Izaña las retamas y la hierba pajonera nos mostraban sus colores blancos y amarillos, junto al rosalito de cumbre y las margaritas.
Paramos en El Portillo para tomar café y contemplar las flores de los alrededores. Continuamos hacia El Parador en medio de un espectacular paisaje con las plantas en plena floración. Se podían observar formaciones caprichosas del relieve como el Guanche Dormido o el Roque Cinchado. Ya en El Parador comenzó nuestro sendero hacia la Cañada Capricho y la Cañada de la Mareta en la subida a Guajara. Durante el Sendero pudimos contemplar el famoso trajinaste rojo, el alhelí del Teide, la Tonatica (Nepeta Teydea ), la fistulera y otras más.
Después del almuerzo nos dirigimos a la zona de Boca de Tauce donde este año está la mayor concentración de tajinastes rojos y donde los pinos canarios se recuperan del incendio de hace un par de años.
A mitad del Llano de Ucanca vimos la famosa Zapatilla de la Reina una roca volcánica que debido a la erosion recuerda la forma de un zapato de tacón. De regreso hicimos una última parada en el Mirador del Tabonal para ver de más cerca los Tajinastes Rojos (Echium Wildpretii)
Un día espléndido sin demasiado calor y despejado. Ya en la bajada nos encontramos el mar de nubes y niebla a la altura de La Esperanza.