Equinoccio de otoño. 2016.
El viaje de Don Quijote : comentario
400 años de la publicación de la segunda parte de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Un viajero excepcional, Julio Llamazares, tras las claves de los viajes de Don Quijote y Sancho Panza, héroes cervantinos.
El magnífico autor leonés Julio Llamazares, se detiene de nuevo en sus libros de viajes de los que es fabulador incontestable. Tras publicar El río del olvido, Tras-os-Montes, Cuadernos del Duero, Las rosas de piedra, Atlas de España imaginaria,.. publica en julio de 1916 El viaje de Don Quijote, con prólogo de Jean Connavagio e ilustraciones de Jesús Cisneros.
Es este un libro que atrae, fascina, pues el autor, que utiliza el yo narrativo del cronista, sitúa el libro en el S.XXI y, con gran sentido del humor, traslada las ventas del S. XVI a la actualidad. Las ventas de Puerto Lapice, que aparecen citadas tres veces en el libro, se convierten en tiendas del S XXI. Se quieren recordar como activo turístico, parques temáticos para ser contemplados
por turistas y forasteros quienes lo visitan como si de pequeñas Disneylandias se tratara.
El autor realizará este viaje en coche acompañado de su amigo Antonio Nevia, fotógrafo. En él se respeta la estructura original de las tres partes «El viaje me llevará por medio país y como Don Quijote, lo haré de tres veces. Mientras la noche llega salgo del pueblo y subo a los tres molinos que desde una colina dominan el antiguo puerto y, a un lado y a otro de él, la ondulada tierra de Toledo y la llanura inmensa de la Mancha, por la que caminaré mañana».
Cada viaje se inicia con un mapa que se corresponden con las tres salidas de Don Quijote. Al mismo tiempo que se van presentando pequeños textos que aclaran muy brevemente pasajes claves tales como «El campo de Montiel», «Cervantes y la orden de la Trinidad, «Los caminos en la época de Cervantes», «Los duque de Villa hermosa», El gobernador Panza»… Es este un recurso hábil, curioso y genial del autor, pues consigue dos elementos claves. Para quienes no han leído la obra cervantina esto supone un adiestramiento, una mejor lectura estructural y para quienes sí lo han leído es un fértil y feliz recordatorio. Será ahí donde la obra presenta un aspecto muy original. Es una ida y vuelta a retomar, a releer, una apasionante aventura. Cervantes, Llamazares no defraudan.
Para escribir este libro Julio Llamazares parte de un viaje que Azorín hace en 1905 a la Mancha con el fin de visitar algunos lugares escogidos por Cervantes. Existía otro antecedente, el de padre de Ortega y Gasset, José Ortega y Mureño, quien redacta quince crónicas que más tarde dieron paso a La ruta de Don Quijote.
Con estos antecedentes el autor leonés comienza, su viaje, sus aventuras en las que no deja de haber un aspecto de humor, un toque, un sentir profundamente humanista. Así Llamazares en palabras de Juan Cruz «conforma un libro de andanzas quijotescas del siglo XXI, pleno de anécdota y de humor, narrado con la maestría y admiración por la obra cervantina que caracteriza su literatura.»
Comentario : Carmen Dolores Quintero González