Archivo por meses: mayo 2024

CLUB DE LECTURA. COMENTARIO


EL NIÑO
, Fernando Aramburu

En nuestra tertulia valoramos la prosa y el estilo de Aramburu. Hemos leído Los peces de la amargura, Años lentos y Patria. Volvemos al autor con El niño, su nueva entrega de Gentes Vascas.
Narra un acontecimiento terrible ocurrido en 1980 en el pueblo de Ortuella, donde murieron cincuenta niños y tres adultos tras una explosión de gas en el Colegio Marcelino Ugalde. Para Aramburu la explosión se convirtió en la tragedia por antonomasia y nunca lo olvidó. Por eso ha surgido esta novela. El autor elige una familia y nos cuenta el dolor y sufrimiento tras la muerte del pequeño Nuco y como sobreponerse a su pérdida. Se trata de una familia modesta y trabajadora que procede de Extremadura. Cada uno de los personajes lleva el duelo de manera diferente. Comenzaremos por la madre, Mariaje: Tras la desgracia se siente inactiva y vacía, no sabe como llenar las horas, su vida ya no tiene sentido. “El dolor taladraría sin descanso su cerebro y su única ocupación diaria consistía en sufrir”. Lo más significativo es que ella que era atea se vuelve devota. José Miguel, el padre que insiste en tener otro hijo para superar el golpe. Nicasio, el abuelo al que no le importa que los vecinos lo consideren que está loco, se comporta como si el niño estuviera vivo, no quiere que nadie le hable ni le interrumpa mientras supone que pasea con él. Los jueves visita a su nieto al cementerio. En su casa reproduce la habitación con los muebles y pertenencias del pequeño y pasa muchas horas hablándole como si no hubiese muerto.
Aramburu nos muestra su maestría en la composición de esta historia. En primer lugar es Sigue leyendo

CLUB DE LECTURA

Desde el Club de Lectura informamos que la próxima reunión será el día 28 de mayo de 2024.
a las 17:30h.
Comentaremos el libro:


EL NIÑO

Autor: Fernando Aramburu

Editorial: Tusquets  Editores S.A.

CLUB DE LECTURA. COMENTARIO

Un granizado de café con nata, Alessandra Lavagnino

Al escritor Leonardo Sciascia le gustó tanto esta novela que le propuso a la editorial Sellerio que la publicara. En el epílogo Sciascia escribió un ensayo sobre el lugar que ocupa la mujer y
la verdad en la sociedad de Sicilia. Cuando la mujer goza del privilegio de no mentir son los hombres de su familia los que pagan por ello.
Alessandra Lavagnino sitúa la acción de la novela en Sicilia. Evoca un paisaje bellísimo: mar,
faenas de pesca, el campo y los limoneros, los olores, colores y sabores. Nacer y vivir en la isla
condiciona el modo de ser de sus habitantes porque se aprenden, transmiten y se respetan las
reglas que impone la mafia. A esto añadimos la corrupción y el machismo que están muy
arraigados en la sociedad .
Esta novela fue publicada en 1974. La estructura de la novela sorprende porque no hay
capítulos. Agata es la protagonista y en un monólogo interior plantea el relato como una
confesión dirigida a su marido, por lo tanto utiliza la segunda persona como en el género
epistolar. Destacamos también que las tres personas verbales se alternan en la narración. En la
línea argumental confluyen las reflexiones y sus recuerdos. En la narración predomina el tono
intimista y el conflicto interior de la protagonista.
Argumento: La historia de Agata es extraña. Familia acomodada. Es entomóloga, investiga con
las moscas para una empresa de insecticidas. Le fascina su trabajo y percibimos que cuando
verdaderamente se siente libre y realizada es en su laboratorio. Está casada y tiene un hijo
pequeño. Sufre un accidente que le deja como secuela hablar cuando no debe y decir la verdad. Además ama a todo el mundo. Ante esta situación es muy significativo lo que dice su padre: “Mejor estaba muerta, si va a quedar así”. Su sinceridad la lleva a denunciar contrabando de tabaco y la respuesta de la mafia no se hace esperar, pues la castigan a ella y a su familia. Su entorno familiar y las amistades más cercanas intentan ayudarla, pues si continúa con su arrebato de honestidad y no acata las normas establecidas la opción es internarla en un manicomio. La protagonista no consigue aceptar su propia sinceridad y se siente culpable del sufrimiento y dolor que ha causado.
La caracterización de los personajes nos ha parecido un acierto en esta novela. Nos hemos
fijado en algún detalle que sirve para entender la personalidad de los mismos y el contexto
social en el que se desenvuelven. Los personajes masculinos de más edad, como el padre o el
tío Nicola son más tradicionales e inflexibles. Saben cómo actúa la mafia y el daño que les va a
causar. En cuanto al marido y hermano de Agata no piensan participar en actos de venganza.
Los personajes femeninos son más potentes y llevan el peso de la narración. Empezaremos por
Agata. Critica el secretismo y las formas de entender la vida que le inculcaron en su medio.
Cuenta que a los quince años estuvo durante dos horas hablando en la casa de un chico y por
ese motivo y para que no la criticaran su madre la mandó a Palermo a estudiar. Lo tenía que
mantener como un secreto. “Esconder el qué”.” Algo que no había ocurrido”. Piensa que su vida era como un personaje de Pirandello. Representaba un papel. La habían hecho actuar sin que lo supiera para engañar a un público. Había dos Agatas. La muchacha de Pietramena y la estudiante de Palermo. Se lamentó de que en aquella época no escribiera lo que sentía por
esos dos lugares.

La madre que abandona su casa para vigilar y cuidar a su hija, que la lleva al santuario para que
confiese y pedir a la Virgen que la cure o a una curandera en busca de un remedio para el mal
que la aqueja. Esta madre que le aconseja que “Hay cosas que cuanto menos se piensen en
ellas, mejor”. O que le dice “Tu padre te quería. Ahora ya no”. En la página 88 la narradora nos
la describe así: “Mi madre era de una inmovilidad pétrea. Pensé que fuera de su casa, de las
calles de Pietramena, su cabeza, como una vitrina oscura, encerraba sufrimientos y pensamientos momificados. No: allí dentro se retorcían y luchaban, prisioneros, sin que nada
de todo aquello se mostrase en su rostro”.
Vènera, la asistenta que crió a su marido cuando era niño y ahora cuida a su hijo. Agata vive
dominada por esta mujer, se siente amenazada, vigilada e inútil en su propia casa. Empieza a
trabajar en el laboratorio para huir de su presencia. Constantemente la tiene en sus
pensamientos incluso cuando no está cerca.

                                                                                             Emilia Méndez