Recientemente asistimos al Ateneo de La Laguna a la presentación del nuevo libro de relatos de Pilar Adón. De esta escritora ya leímos su novela Las efímeras, obra a la que dedicó trece años de trabajo y estos cuentos los escribió también en ese período, por lo que alguno de los temas se repiten. La responsable de literatura del Ateneo realizó la entrevista y finalmente intervino el público. Tenemos que decir que Pilar Adón es muy exigente en su escritura y domina la palabra escrita, pero también es muy buena comunicadora y convincente en sus repuestas. Explicó que en su obra se repiten temas que le interesan como escritora y como lectora. Sus personajes se aíslan, como hace ella misma para leer o escribir, incluso contó una anécdota referida a su forma de hacerlo, metiéndose debajo de una mesa camilla. Reconoce que sus personajes son casi siempre mujeres y los libros y lecturas siempre están presentes. Igual que la naturaleza asfixiante y hostil y la relación de dependencia y sumisión. Por otra parte, le interesa más que los relatos sean abiertos para que el lector saque sus propias conclusiones. El encuentro resultó interesante y ameno, por eso recomendamos su libro para la tertulia.
En la reunión posterior que tuvimos en la asociación, comentamos los aspectos más llamativos de los relatos. En algunos como La primera casa de la aldea, su lectura no fue fácil. En una casa aislada viven dos hermanas que sufren el acoso diario de un hombre solitario que toca en la puerta para que lo dejen entrar. Observamos una influencia del cuento infantil Caperucita. La amenaza del lobo que quiere devorar a las dos hermanas y la posibilidad de pedir ayuda a un leñador. En Pietas vemos la relación de dependencia entre dos hermanas: Brígida, la opresora, la que da las órdenes, la arrogante. Hilda, la sumisa, insatisfecha con la vida que lleva y deseando liberarse de la convivencia con su hermana para realizar sus proyectos o no hacerlos. Sin embargo, cuando su hermana desaparece y ya no tiene impedimentos no se libera, no hace nada. El mismo tema de interdependencia se da en Virtus, aquí apreciamos una relación enfermiza entre dos hermanos: Óscar y María. Ella estuvo dos años alejada de su hermano y vuelve a su casa porque quería llevar a su lado una vida normal. Pero esto no va a ser posible porque él no quiere saber de su existencia y la ignora. El mismo tema lo percibimos en Vida en colonias. Leo espera con ilusión a su hermano porque han proyectado irse juntos a una comuna. Ha depositado toda su confianza en él, pero sus expectativas se ven frustradas porque Jermo tenía otros planes. En Fides los protagonistas lo forman la pareja compuesta por Klaus y Myra. Nos transporta a la preparación de una cena especial, parecida a la Navidad, pero que en el relato se denomina del invierno, en la que los invitados son los miembros de una comunidad. Klaus tiene que entrar con los regalos por la chimenea, aunque en esta ocasión, será diferente porque Myra, mujer doblegada, que vive a la sombra de Klaus y nunca ha sido valorada ni por él ni por los invitados, ha planeado su venganza antes de irse a vivir al bosque. Gravedad pertenece al género epistolar. Dos hermanas han cometido un crimen; mataron a un hombre porque este había asesinado a su mujer. Se denominan “vengadoras”, y por lo tanto hicieron lo que correspondía en este caso: administrar justicia. Cumplen su condena en diferentes casas de aislamiento y cuando se comunican a través de cartas manifiestan sus ansias de vivir de nuevo juntas y libres de culpas. No es el único cuento en el que está presente el tema de la venganza. En Dulce Desdémona la protagonista siendo una niña presenció el asesinato de su madre a manos de su padre. Desde entonces planeó que se vengaría por ese crimen. Un mundo muy pequeño recrea la vida en una comunidad tolstoiana. Ambientada en Rusia, Iván el personaje principal, renuncia a la vida burguesa que lleva en la ciudad y se va al campo arrastrado por las corrientes filosóficas idealistas de la época. La búsqueda de un lugar utópico para poder pensar y escribir, que finalmente no resultó ser como esperaba.
En los comentarios que iban surgiendo durante la puesta en común se hicieron distintas interpretaciones del mismo cuento porque son relatos abiertos, nunca explícitos, además oculta información y el lector tiene que sacar sus propias conclusiones. Va presentando lo que les sucederá a los personajes. Es más importante lo que se sugiere que lo que se dice. Nos ha gustado su estilo reflexivo y la originalidad en la presentación de los personajes.
Emilia Méndez Pérez