CLUB DE LECTURA. COMENTARIO

Manuel_Rivas_(AELG)-7EL ÚLTIMO DÍA DE TERRANOVA
MANUEL RIVAS

El día 22 de febrero nos reunimos los miembros del Club de Lectura de esta asociación para comentar el libro de Manuel Rivas “El último día de Terranova”.

Por circunstancias que no vienen al caso, me tocó a mí elegir la obra  de este mes. Sugerí “El último día de Terranova”, porque ya la había leído recién publicada y me parecía que, por su temática y por la forma en la que está estructurada, sería muy adecuada para amantes de los libros, como somos todos nosotros.
Al leerlo ahora, por segunda vez, lo he encontrado muchísimo mejor que la primera. He tenido tiempo para consultar casi todas las referencias literarias. Se rinde homenaje a escritores, libros y librerías con multitud de citas, circunstancia esta que resultó un poco excesiva para algunos de nosotros.
La novela empieza en otoño de 2014, cuando el propietario de la librería Terranova pone en el escaparate: “Liquidación final de existencias por cierre inminente”, sentencia que va a acompañar al narrador durante toda la obra.
A partir de ahí, la novela se desarrolla en dos líneas temporales: otoño, 2014 y el periodo inmediatamente posterior al entierro de Franco y los años anteriores en los que los padres de Vicenzo Fontana,  y su tío Eliseo, fundaron la librería.  Nos pareció un planteamiento muy interesante. El autor utiliza continuos “flash-backs” para entretejer una trama que, a pesar de esta circunstancia, no pierde claridad; al inicio de cada capítulo, por ejemplo, hay una fecha, lo que ayuda al lector a situarse en el tiempo de manera inmediata.
En lo tocante a los temas tratados en la novela, Rivas denuncia por una parte la intolerancia y el terrorismo, y por otra, celebra la Cultura como arma anti-sistema de la época y enaltece los grandes valores de la Humanidad, con matices filosóficos que invitan a la reflexión.
Es un libro muy bien escrito que obliga a leerlo poco a poco, saboreando cada palabra (deshablar, ciruja, Garúa…), cada frase (una risa de mil años, huía bajo las cortinas la última limosna de luz, muertes sin muertos …). El principio y el final de la novela son bellísimos.
Termina con la frase “A ver quien anda hoy por la línea del Horizonte”, una llamada a la esperanza.

                                                                                                                Blanca González Castro