CLUB DE LECTURA. COMENTARIO

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Una suerte pequeña
, Claudia Piñeiro

La protagonista huyó de su país siendo Marilé Lauría o María Elena Pujol. Veinte años después regresa a la Argentina siendo otra persona. Ahora es Mary Lohan, tiene nacionalidad norteamericana y un aspecto físico totalmente diferente; hasta el tono de voz le ha cambiado debido a la disfonía por estrés traumático que padece. No entiende por qué aceptó regresar, dicho con sus palabras: “el abismo que atrapa y espanta”, que repite constantemente. El lector irá conociendo poco a poco los motivos de esa huida y comprende también la decisión de la protagonista de volver para enfrentarse con su pasado.
La novela comienza con una cita del cuento de Alice Munro, “Las niñas se quedan”, en la que se habla sobre el significado del dolor. Creemos que ha sido una elección muy acertada para los hechos que se narran. Incluso hay un personaje en el relato, Maplethorpe, el director del colegio Saint Peter, que comparte ese concepto del dolor: “Algún día va a pasar, no el recuerdo, ni siquiera la pena, eso siempre queda, pero dolerá menos”.
La estructura externa de la novela consta de tres partes que corresponden al planteamiento, nudo y desenlace y que llevan por título:
Cuaderno de bitácora intervenido: Volver.
La amabilidad de los extraños.
Boston.
Presenta la estructura narrativa de un relato policíaco. Los acontecimientos se revelan de forma gradual. Así se mantiene el suspense hasta el final. Aunque el suspense en esta novela es más emocional, ya que el lector desea saber lo que les ocurre a la protagonista y a su hijo. Además emplea otro recurso para mantener la tensión, la repetición de la imagen de una mujer en un coche frente a una barrera que espera a que pase el tren. En el planteamiento y el desarrollo- primera y segunda parte- con esta imagen se inician distintas secuencias y se va ampliando con más detalles: aparecen los niños en el asiento trasero, el primer coche esquivó la barrera y pasó, el segundo, lo mismo, hasta llegarle su turno de cruzar la barrera…Entonces ocurre lo inevitable,  el motivo de su dolor y la huida.
Este relato está narrado en primera persona. La protagonista es profesora de español en Boston y nos deja la siguiente reflexión sobre la escritura en el cuaderno de bitácora del viaje de regreso. “Está escrito en primera persona. Porque el dolor sólo se puede contar así. El dolor, el desgarro, la huida el partirse en mil pedazos que nunca volverán a unirse, la mirada lejana, el abandono, las cicatrices, solo se pueden narrar en primera persona”. (Pág. 19)
La acción transcurre en Argentina y la última parte en Boston. Retrata a la clase media argentina donde se movía la protagonista, con unos personajes hipócritas y maledicentes, que tienen una forma de pensar parecida y se relacionan porque sus hijos acuden al colegio Saint Peter. Cuando ocurrió la desgracia esta sociedad cerrada la juzgó y la culpó. Sólo el director del colegio mostró un gesto de humanidad con ella y la perdonó. La presión social también la sufre su hijo. Lo desprecian y rechazan; tiene que pagar por lo que hizo su madre.
La autora emplea la modalidad del español que se habla en Argentina. Por eso utiliza el voseo, las formas verbales propias de la segunda persona: tenés, querés o decime, hablame. Las expresiones  como “de a poco”, “recién cuando”, “no hubo caso”. En cuanto al léxico, “abatatarse”, “birome”, “bombachas”, “heladera”, “resma de papel”, “nafta”, “anteojos”, etc.
Los temas que se tratan en esta novela son principalmente el dolor y la culpa. Una madre se plantea cómo puede liberar a su hijo del daño que le ha causado y la única opción que tiene es abandonarlo y nunca más saber de él. También nos han parecido interesantes las reflexiones sobre la maternidad. Cuando la protagonista queda embarazada se hace muchas preguntas: ¿Quería  yo ser madre? ¿Por qué hay mujeres que damos por sentada la maternidad? ¿Por qué creemos que la maternidad llegará con la naturalidad y la irreversibilidad con que llegan el otoño o la primavera?…Demasiadas preguntas en soledad. La maternidad o se la toma de la manera natural o irremediable o genera demasiadas preguntas”. (Pág.116)
En cuanto al título elegido, a lo largo de la novela aparecen situaciones que la protagonista califica de suerte pequeña, ya que ella no tenía una gran suerte. Sin embargo, volver a su tierra, a su pasado, tal vez sí fue una suerte pequeña. Al final de la novela Mary Lohan habla de la felicidad. No vamos a desvelar por qué. Mejor, léanla.

                                                                                                                  Emilia Méndez Pérez