A corazón abierto
Después de diez años Elvira Lindo Garrido publica su libro “A corazón abierto”, un libro en el que la autora lleva pensando desde hace mucho tiempo y “en el que narra la irreconciliable vida de sus padres desde un universo tan intimo para contarlo a cualquiera que quisiera sumergirse en él”. Afirma la escritora que son tantas las evidencias y misterios “de los que ha acabado prendada de tal manera que me ha costado desprenderme de él.”
Es Elvira Lindo una escritora versátil pues escribe novelas, cuentos, adaptaciones de novelas como (“Plenilunio”) del escritor y académico, Antonio Muñoz Molina, su esposo. También participa en el País con Tinto de Verano I y II; en la actualidad escribe semanalmente un artículo de temas variados, bajo el epígrafe “Don de Gentes”. Asimismo trabaja en la radio con “Asuntos propios” en el que ella es la propia narradora. En la actualidad colabora radiofónicamente con Carles Francino en su programa “La ventana”.
Gaditana de nacimiento (1962) su vida transcurre entre Madrid y Nueva York, ciudades que admira, tanto como a su ciudad natal, Cádiz y a la otra ciudad andaluza, Málaga, a la que acude en verano, sobre todo en su infancia como un rito familiar. Todas son nombradas en ”A corazón abierto”. También Palma a la que van internados, el primero el mayor. El colegio será de monjas lo que influirá mucho en Elvira.
Será la escritora de novela infantil la que la catapultará a la fama con un personaje infantil, Monolito Gafotas, del que escribe nueve novelas, entre ellas:“ “Como molo”, ”Pobre Monolito”, “Monolito on de Toad”… con las que obtendrá “El premio de Literatura Infantil y Juvenil” en 1998. Como contrapunto a Monolito, surge, aunque para una edad más infantil, la protagonista Olivia. Serán siete novelas.
Entremos ya de lleno en la novela “A corazón abierto” de la que se ha hecho referencia anteriormente.
Si lo primero a lo que se ha de enfrentar un autor a la hora de escribir una novela es “la voz narrativa” en “A corazón abierto” la autora, dado el carácter autobiográfico de la misma, utilizará utilizará la 1ª, 2ª y la 3ª voz narrativa con predominio de las dos primeras; ello se debe a las características de lo narrado que, aunque sea biográfico no pierde su aspecto literario con un predominio de la función expresiva. El uso de varias personas narrativas le da posibilidad para un juego continuo entre pasado y presente; téngase como referencia el que mantiene con Antonio cuando explica lo de la verja y cómo fue hecha. (p. 139)
Está estructurada en ocho capítulos precedidos por alguna cita literaria y un dibujo hecho por el hijo de la autora. La novela termina con un apéndice de agradecimientos, realizados por la propia escritora.
En a lo que a personajes se refiere, comienza con el de la abuela Sagrario, déspota, tirana y obsesionada por el dinero. Se le tiene que tener la obediencia debida a ella porque de la misma recibirán la herencia. El desvalijo de ésta, realizado por su criado, Fernando, la llevará a la más absoluta de las miserias. Como contrapunto está la abuela Elvira, generosa, cariñosa y amable. Será la preferida por todos.
Pero ha de ser Manuel el personaje eje de la historia. Manuel es el padre de la autora. Es neurótico e hipocondríaco, dado a una fabulación que lo llevará a situaciones cercanas a estados alucinatorios.
Debido a su talento natural para el cálculo, trabaja en Dragados y Construcciones. Hijo de un guardia civil detesta profundamente a los curas y a los ingenieros, por el contrario siente un gran aprecio por los obreros que viven en los bloques. Casado con quien deja atrás todo para seguirlo, tendrá con ella cuatro hijos. En un principio existirá el amor pero más tarde se producirá un desarraigo entre ellos, dado las aventuras con otras mujeres. Muerta su primera esposa, se casa de nuevo con una viuda. que a su vez había tenido otros 4 hijos que apenas serán referidos en la novela. Si serán señalados los hermanos de Elvira. Esta será narradora y personaje.
Como personajes secundarios cabe destacar la continúa presencia de Clemente. María es la asistenta. La trae Manuel. Es diligente y trabajadora; se percibe en ella los abusos perpetrados por su padre sobre todo cuando está en estado de embriaguez.
En “A corazón abierto” Se suscriben varios temas de la España de posguerra. Da la sensación que no quedaron bien cerrados y que, dada la situación que se vive actualmente con un tema tan grave como es el de la pandemia; parece como si volviéramos a Antonio Machado y a sus versos: «Españolito que vienes/ al mundo te guarde Dios/ una de las dos Españas / ha de helarte el corazón»
Se muestran varia situaciones. En el aspecto político la militancia de Elvira en las Juventudes Comunistas y la de su hermano mayor en el Partido Comunista; asimismo la lucha de clases entre la alta burguesía y el proletariado. En lo que al aspecto social se refiere el viaje continúo de Manuel a lo largo de toda España y el veraniego con su esposa e hijos a Málaga. Manuel soporta a duras penas la vejez y Elvira hace referencia al patriarcado, en tanto en cuanto a la división el trabajo en el que el doméstico será el de las dos mujeres. Siente que sus padres “la hicieron adulta a los diez años”, esta situación la lleva a una reprobación y al ansia de ser independiente.
Al fin Manuel, mayor, acaba sus días en Aranjuez con una tía soltera.
Se producirá al final la reconciliación y entendimiento entre Elvira y su padre. A éste le recrimina el haber sido “injusto y cruel”. Su mano se ha movido entre la protección y la crueldad. Aún así ella lo quiere.
En “A corazón abierto” Elvira Lindo alcanza una madurez narrativa en la que se da una buena incursión de lo que se narra, pues el yo biográfico y la construcción de las relaciones familiares la llevan a la creación constante de metáforas pero sobre todo a las comparaciones que le permiten la presencia continua entre el tiempo pasado y el presente, sobre todo desde el recuerdo de Manuel, su padre.
A éste lo remite a su estado de la niñez y lo deja, ya cercano a la muerte, “Antes de que me invada el frío/ que dejan los muertos a su paso/ te beso el dorso de la mano,… siempre tan amada por mí…”, con el juego de los niños.
“Qué alegría dejarte aquí,
jugando
ente los otros niños,
con tu nombre pronunciando
a cada momento
por todas sus bocas:
!Manuel, Manuel, Manuel!”
En San Cristóbal de La Laguna, verano del 2020.
Carmen Dolores Quintero González.