CLUB DE LECTURA. COMENTARIO

Sevilla/10-02-2021: El escritor Jesús Carrasco.
FOTO: PACO PUENTES/EL PAIS

Jesús Carrasco, Llévame a casa.

Jesús Carrasco nació en Olivenza (Badajoz) en 1972. Su primera novela, Intemperie (Seix Barral, 2013), lo ha consagrado como uno de los debuts más deslumbrantes del panorama literario internacional y ha sido galardonada con el Premio Libro del Año otorgado por el Gremio de Libreros de Madrid, el de Cultura, Arte y Literatura de la Fundación de Estudios Rurales, el English PEN Award y el Prix Ulysse a la Mejor Primera Novela. Ha quedado finalista del Premio de Literatura Europea en Holanda y del Prix Méditerranée Étranger en Francia. Elegida como Libro del Año por El País en 2013 y seleccionada por The Independent como una de las mejores novelas traducidas de 2014 en Reino Unido, Intemperie ha sido publicada en veintiocho lenguas y ha sido adaptada al cine por Benito Zambrano. Su segunda novela, La tierra que pisamos (Seix Barral, 2016) ha sido galardonada con el Premio de Literatura de la Unión Europea.

Juan ha conseguido independizarse lejos de su país cuando se ve obligado a regresar a su pueblo natal debido a la muerte de su padre. Su intención, tras el entierro, es retomar su vida en Edimburgo cuanto antes, pero su hermana le da una noticia que cambia sus planes. Así, sin proponérselo, se verá en el mismo lugar del que decidió escapar, al cuidado de una madre a la que apenas conoce y con la que siente que solo tiene una cosa en común: el viejo Renault 4 de la familia.

“De todas las responsabilidades, el tener hijos es, probablemente, la mayor y más decisiva. Darle a alguien la vida y hacer que esta prospere es algo que involucra al ser humano en su totalidad”. En cambio, rara vez se habla de la responsabilidad de ser hijos. Claves de la novela. Llévame a casa trata de esa responsabilidad de cuidar de los padres y de la necesidad  de asumirla».

Probablemente esa es la idea central del libro, al margen de otros temas y aspectos que hayan poder sido integrados en su lectura. Una lectura potente, dura en algunos casos, sobre todo en los reproches que Isabel le hace a su hermano Juan. Reproches que hieren a éste y le van a hacer tomar responsabilidades, tareas, trabajos, al que él no está acostumbrado. Se define a sí mismo como un apátrida, un descastado. En su familia se mantiene el concepto tradicional de pasar el testigo de generación en generación. Juan no  lo ve  así, pero “Hay momentos en los que es necesario salir de la piel que uno habita”.  Y es esto lo que ha de sucederle a Juan. Al final éste se quedará con su madre en Cruces hasta que, tras la demencia absoluta, que lleva a su madre a la infancia al recordar su casa de Aldeanueva, su hijo la lleva a ese pueblo. Rechaza volver a Edimburgo y llama a su amigo Brian para comunicarle su decisión; este cuidará del redodendro que estaba a cargo de Juan en el Jardín Botánico de Edimburgo. Su  decisión  de quedarse está hecha con gusto, dado que siente esa necesidad por el  poco trato y cuidado que había tenido con su madre.

La novela está narrada en 3ª persona, excepto en los que Juan presupone los reproches que le haría su hermana Isabel al pensar que él podría estar con una mujer. Es ahí donde será usada la 2ª p.de sing.

Los personajes claves son la madre, enferma de Alzheimer, Isabel y Juan (Isabelilla y Juanillo, así los llama Germán, la persona que trabaja en el taller con el padre de Juan). Ambos han alcanzados estudios universitarios. Isabel y su esposo, el catalán Andreu, han de ir a EE.UU. para vender su patente. Lo que obliga a Juan al cuidado de su madre, hecho que hasta ahora había realizado Isabel. Otro personaje a destacar es Fermín, amigo de Juan quién desde muy joven ha sufrido un infarto que llega a superar. Ambos se apuntan para una Carrera de San Silvestre. Juntos realizan el entrenamiento. Juan corre como un keniata o un etíope. La perra Laika puede considerarse como mascota  referente de la estancia en la casa.

Cabe destacar el personaje referencial del padre, ya muerto. Hay una visión de la vida y la muerte, todo desde una desnudez. Juan tarda tiempo en ir al velatorio; ha de ser plenamente consciente de lo que sucedía a su alrededor.”El dolor es un espejo convexo que concentra los rayos de todo y los hace uno” y “el miedo es el reverso del amor”. Al fin se produce el entierro. El nieto del difunto arroja almendras en la tumba de su abuelo.

Al margen de los temas de la enfermedad y la muerte, se puede observar una crítica socarrona y ácida por parte del autor a temas como la Sanidad (Juan en el dentista con su madre), la crítica al catalanismo y al catalán como lengua (padre con su yerno Andreu). Asimismo la crítica final que hace Juan  del uso del padre de dinero negro. Éste le servirá al final para tratar a su madre y llevarla a su pueblo de infancia, Aldeanueva.

Significativa es la estupenda descripción que Jesús Carrasco utiliza en la novela “En la estantería, una colección incompleta de literatura juvenil. Cada tomo con una ilustración minúscula”. “una mujer mayor vestida de negro y una más joven, ojerosa, con una coleta pequeña que escapan cabellos  que descomponen aún  más sus facciones.” Asimismo las descripciones de la llamada “España vaciada”.

La metáfora con la que Jesús Carrasco termina la novela es excepcional:”Pronto no habrá sol en el valle. Isabel, repite la mujer con más fuerza y su voz resuena en la pequeña vega en la que están. Juan se vuelve hacia su madre y la ve alejarse en la tarde.”

Según elperiódico, Jesús Carrasco eleva a la novela a obra de arte, con una historia sin preciosismos sobre la responsabilidad de cuidar a los padres.

                                                         Carmen Dolores Quintero González.

En San Cristóbal de La laguna a 28 de abril de 2021.