El pasado mes de febrero visitamos la Villa de la Orotava, con el fin de conocer su rico patrimonio cultural.
La visita comenzó a la entrada del casco histórico y desde allí nos dirigimos a pie hacia el Ayuntamiento por la Calle Carrera del Escultor Estévez.
En el Ayuntamiento nos recibió en el Salón de Plenos, Don José Miguel Álvarez (Concejal de la Corporación Municipal) al que se sumó brevemente El Alcalde para darnos la bienvenida al municipio. Por su parte el concejal, antes mencionado, continuó con su explicación de la historia del edificio y del municipio. Recorrimos luego las distintas dependencias de la Casa Consistorial viendo numerosas pinturas, esculturas y otros diferentes objetos de gran valor artístico. Algunas de estas obras son provenientes del Museo del Prado que están en depósito y otras de donaciones particulares.
Desde el edificio del Ayuntamiento nos trasladamos a los Jardines Victoria, apreciando su bella vegetación así como el Mausoleo de Diego Ponte del Castillo, Marqués de la Quinta Roja.
La siguiente parada fue en la Iglesia de La Concepción, donde pudimos contemplar en primer lugar, su fachada barroca considerada la mejor de Canarias y el interior Neoclásico con su cúpula de inspiración florentina. En esta iglesia destaca el tabernáculo genovés del altar mayor y varias imágenes.
Desde la Iglesia de la Concepción nos trasladamos a la Casa Lercaro donde pudimos observar los detalles de su fachada, pasillo y patio interior.
Finalizada la visita nos desplazamos al Restaurante Gran Tarajal donde tuvo lugar el almuerzo previsto. A los postres, nuestro compañero Moisés Díaz, como de costumbre, nos recitó unas cuartetas improvisadas en el momento y que fueron muy celebradas por todos.
La sobremesa fue amenizada por nuestra Parranda y a la hora convenida, regresamos a nuestros destinos, contentos de haber pasado un día donde lo cultural y la convivencia fueron de la mano y por ende, protagonistas indiscutibles de la actividad.
Cuartetas de Moisés Díaz Estévanez
a la excursión de la Orotava
Vinimos cincuenta y nueve,
nos recibió un concejal
y nos contó una historia breve.
La ciudad , cuidada y limpia
está hecha una monada,
lo que son insoportables:
¡sus subidas y bajadas!
El almuerzo en Gran Tarajal
abundante y bien servido
en un ambiente cordial
como hemos conocido.
Visitamos la Concepción,
también la “casa Lercaro”
alguno se despistó un poco
y pasamos un mal rato.
Como siempre, tras la comida
intervino la Rondalla
que hasta interpretan música
sacándola donde la haya.
También en esta excursión,
imperó el compañerismo,
se recordó los viejos tiempos
y anécdotas de amiguismos.
Nuestra etapa de docentes
de la que estamos jubilados,
sale siempre y muy frecuente
momentos ¡jamás olvidados!.
Con esta letra lateral,
concluyo estas cuartetas
que pretenden comentar
esta excursión y su gesta.
La Orotava 14/02/14