La tertulia literaria de la Asociación de Enseñantes Pablo Freire
cumple 10 años.
Celebramos con gusto, entusiasmo, y alegría la existencia de la tertulia
literaria Paulo Freire. Desde su inicio hasta aquí, esta se ha ido
incrementando y retoma con interés el ser presencial, tras la pandemia
que llevó a que las lecturas fueran breves anotaciones a través de
mensaje a través del móvil de lo que a las tertulianas le suponían las
lecturas. No tenían ni el calor ni el color de la tertulia presencial en las que
las palabras vibraban al aire, en los rostros afloraba la ilusión por la
satisfacción de lo bien leído, elegido… y unos buenos y especiales
condimentos que aunaba a todas las participantes: la risa, el buen humor
y la camaradería. Hoy día 14 de diciembre, cuando el año va declinando su
andadura, retomamos nuestra tertulia presencial con la lectura de “ Mujeres del alma mía¨
de Isabel Allende.
Pero ¿qué es la tertulia y qué supone? El uso de la tertulia se remonta a la
época romana con el clérigo Tertuliano. En España las tertulias tienen
relevante interés en tiempos de Felipe II y en La Ilustración. Muy
reconocida en el XVIII en La Laguna fue La tertulia del marqués de Nava.
Las tertulias han continuado en la actualidad. Son el punto de mira de
muchas jubiladas jubilosas. Estas suponen la discusión, el intercambio de
opinión y la posición frente a uno o varios temas; asimismo el análisis de
la técnica narrativa.
Por su parte la tertulia literaria tiene como finalidad la lectura de un libro
y la percepción que de este tienen las y los participantes.
Retomemos la Tertulia Literaria Pablo Freire, cuyo nombre se toma del
pedagogo chileno Pablo Freire. Es esta una de las actividades que se
realizan en la Asociación de Enseñantes Pablo Freire junto a otras como el
baile, el teatro, el estudio de un idioma, los viajes…
La tertulia literaria se realiza los martes finales de cada mes y en la
actualidad la componen más de treinta tertulianas y, como se ha dicho
anteriormente, el motivo es la lectura de un libro y las diversas
aportaciones, percepciones que van manifestando las persona asistentes.
Tenemos el honor de estar coordinadas por una persona, afable, atenta,
responsable, con una buen pedigrí de lecturas, una buena memoria y gran
capacidad redactora. Es la muchacha de las perlas. Sin Charo no sólo la
parte lectora, sino también la informática, estaríamos un tanto a la
deriva. Las señalo porque son dos referentes imprescindibles. Las demás a
lo nuestro, lectura y participación y “cada cual es cada quien “.
Queremos recordar y reivindicar el buen rato de cada martes, la
camaradería, las aficiones a la lectura de autores y autoras clásicas y
modernas de distintas nacionalidades. También hemos contado con
autores y autoras cuyos libros hemos leído y con los que compartimos
posiciones, ideas, temas…
Aunque sea entre paréntesis también tenemos que destacar nuestros
ágapes navideños, -que no falte anís el mono- y comidas, ahí entra
especialmente como organizadora “niña Isabel”. Son estas comidas otro
punto de concordia, risas y distracción. Se dice que las tertulias del clérigo
Justiniano eran excusa para el buen comer. Nosotras sin llegar a tanto, al
par de la alegría y el entretenimiento, esta la lectura. También contamos
en la tertulia con escritoras. Tal es el caso de la palmera Eulalia. De vez en
cuando, el cuentacuentos Jesús Bayón, se deja caer con alguno.
Me atrevo, aunque con su consentimiento, a dejar expuestas la visión que
puedo tener de mis compañeras. ¿Por qué lo hago? porque me gustan las
palabras con todos sus sentidos: el tacto, el olfato, el calor… Sí me gustan
las palabras. Son constructoras en desiertos sin arenas. En mares sin sal.
Ellas son la magia, la ficción de estados fronterizos.
No defiendo la palabra convertida en libros que quedan mirándose inertes
en anaqueles, bostezando en cajas llenas en cualquier desván, destinadas
a ser ávidas hojas de polillas y sí aplaudo la posición del amateur, del
aficionado o aficionada que quiere tejer la ficción en un libro sin mayor
deseo que el de transmitir un sentir, un saber estar en lo bueno que dice,
siente, hace ficción. Aquello con lo que se divierte, se informa y construye
un mundo que no le es ajeno y en el que se siente bien, a gusto, mientras
teclea palabras. Palabras que han sido vivencias, estudio, sueños.
Palabras, Palabras, Palabras.
Carmen Dolores Quintero