Eszter, la protagonista de la novela se encuentra en el cementerio donde su amante fue enterrado el día anterior. Durante las horas en las que permanece allí cuenta su vida utilizando el monólogo interior. Con este procedimiento introduce al lector en su vida más íntima, como si se reprodujera su conciencia: sus pensamientos, sus emociones, opiniones, impresiones, aspiraciones, etc. Sin organización lógica sino tal y como se van manifestando en su mente. Rememora su infancia, juventud y el momento presente y nos revela que arrastra resentimiento, rencor y unos celos obsesivos hacia Angéla con la que tuvo relación en la infancia y que aparece de nuevo en su vida en el presente. La caracterización de los personajes está muy lograda. Por una parte Eszter, su familia es aristócrata, pero muy pobre, por lo que ha llevado una infancia y adolescencia llena de privaciones. Es una luchadora nata y se las tiene que ingeniar para que su familia no pase hambre. Se le dan bien los estudios y sale adelante. Es una mujer independiente que ha triunfado en la vida y se ha consagrado como actriz de mucho prestigio en Hungría. Ha llegado a lo más alto en la escala social y se ha forjado su porvenir a base de trabajo y sacrificio. Sin embargo, demuestra falta de equilibrio emocional porque nunca se ha sentido querida por nadie y lo recalca en distintas secuencias. De sus padres piensa que se tienen el uno al otro y que ella estorba. No se extrañaba ni se ofendía por el hecho de no ser querida por sus compañeras y profesores. Lo que realmente le sorprendía es que alguien se sintiera atraído por ella. En definitiva, la pobreza, el hambre y los escasos vínculos afectivos han conformado su personalidad. El personaje opuesto es Angéla, a la que su familia protege y mima para que tenga una infancia feliz. De carácter ingenuo y bondadosa. Se siente admirada y querida por todos. Es sensible e inocente. Permanece ajena a lo que pasa a su alrededor. Le han facilitado tanto la vida que no sabe desenvolverse ni con el dinero ni rellenando un simple formulario. El ritmo de la novela es lento y siempre permanecen presentes la envidia, el rencor y los celos enfermizos de Eszter y las formas de vengarse de Angéla, que ignora los sentimientos que despierta en la que ella considera que es su amiga. Hay momentos de tensión narrativa hasta llegar al desenlace. Esta novela tuvo poca acogida en Hungría cuando se publicó en 1959 por la crítica que hacía al régimen comunista. Estuvimos analizando las secuencias más significativas, como por ejemplo la preocupación de los jefes por solicitar el currículum de los trabajadores. Hasta nueve veces se lo pidieron a la protagonista que inventa todo porque eso la favorece. Nunca puso que fue pobre y lo que tuvo que trabajar, lo que refleja es que ha llegado a ser lo que es por el adoctrinamiento. También nos llamó la atención lo que denominaban Cursos de reciclaje profesional. Hacían aprender a los aspirantes a un puesto de trabajo preguntas teóricas de la doctrina marxista que nada tenían que ver con la cualificación profesional.
A juicio de los asistentes a la tertulia es una novela de difícil lectura por el esfuerzo de seguir las obsesiones y evocaciones de la protagonista. Así y todo, la recomendamos porque no conocíamos a Magda Szabó y nos parece una gran escritora y el monólogo, espléndido.
Emilia Méndez Pérez