El retrato de casada, Maggie O´Farrell
La escritora nos acerca a la vida de Lucrezia de Medici, hija de una de las familias más poderosas del Renacimiento: su padre Cosimo de Medici y su madre Leonor Álvarez de Toledo, hija del virrey de Nápoles. O´Farrell explica en una entrevista que la falta de datos históricos no le supuso una dificultad para crear al personaje. “Lucrezia tuvo una vida muy corta. Cuando vivía con sus padres estuvo encerrada en el palacio, con su marido lo mismo. Con estos datos para un historiador sería muy difícil hacer una biografía por todos los huecos que hay, pero esos mismos huecos para un novelista suponen una oportunidad”.
Esta es la referencia histórica que se nos presenta: “En 1560, a los quince años de edad,
Lucrezia di Cosimo de Medici salió de Florencia para iniciar su vida de casada con Alfonso II
d´Este, duque de Ferrara. Moriría antes de cumplirse un año. La causa oficial de su muerte
sería “fiebres pútridas”, pero se rumoreaba que la había asesinado su marido”.
Para recrear la historia de la protagonista la autora se inspira en un poema de Robert
Browning, “Mi última duquesa”, escrito siglos después, de un retrato y de las cartas que se
escribían sus padres. El contenido de dichas cartas es de información política y sobre la vida
familiar. De Lucrezia hay dos menciones y en una se dice que no se concentraba.
La acción se sitúa en la Italia renacentista, etapa contradictoria entre la ética y la estética, pues
junto al refinamiento y esplendor artístico, los que gobiernan y ejercen el poder ejercen la
crueldad en sus manifestaciones políticas. Nos fijamos en la opresión femenina. El destino de
las mujeres de la posición social de la protagonista es consolidar el poder de su familia y
aceptar el matrimonio que pueda engrandecerlo. Se las educa para que sean cultas,
obedientes, dóciles y que cumplan con su deber. Sin embargo, la autora tiene otra visión y
critica a los estereotipos de mujer en el Renacimiento y empieza a rellenar los huecos y a
moldear la historia. Por eso dota a Lucrezia con una personalidad singular, capaz de rebelarse
contra su destino. Es brillante, curiosa, no encaja dentro de su familia. Se sentía menos querida
que sus hermanos. Cuando su padre concierta su matrimonio con Alfonso, doce años mayor
que ella intenta convencerlo para no casarse, pero no lo consigue. Tiene que aceptar al marido
que se le impone, alejarse de su familia y de Florencia y prepararse para dar descendencia,
finalidad del matrimonio. A pesar de su juventud es consciente de que su marido quiere
dominarla, pero emplea sus recursos para preservar su intimidad. La pintura es su salvación
para ser libre. Pinta y tapa lo que pinta para que este no sepa lo que hace y no la anule.
La novela no sigue una disposición temporal lineal. Empieza en el momento en que Lucrecia se
da cuenta de la crueldad de su marido. No queda embarazada e intuye que será reemplazada.
Por eso se trasladan a la fortaleza, lejos de la corte y sin criados. Tiene la certeza de que su
marido quiere envenenarla. Después de este capítulo la trama da un salto atrás y nos lleva a la
infancia y adolescencia de Lucrezia. Pasado y presente se alternan…sus días en Florencia, su
boda, su traslado a la corte de Ferrara, el encargo de un retrato a un famoso pintor hasta llegar
a un final sorprendente. La elección de los saltos temporales crea tensión y suspense. La
narración es ágil y amena y las descripciones maravillosas. La recreación literaria de esta
historia nos ha gustado mucho y la recomendamos.
Emilia Méndez Pérez
Poema de Robert Browning . Pinchar el siguiente enlace: https://hablardepoesia.com.ar/2021/06/16/robert-browning-mi-ultima-duquesa/