Un año más, un grupo de amigos y socios, hemos tenido la oportunidad de disfrutar de dos días de ensueño en el Parador Nacional de Las Cañadas del Teide.
El primer día, 14 de mayo, salimos de Santa Cruz en dirección al Portillo. Allí realizamos una breve parada en el restaurante cafetería del mismo nombre para aliviar nuestros cansados cuerpos y tomar un pequeño desayuno. Acto seguido nos dirigimos al Centro de Visitantes donde hicimos la parada de rigor, apreciando las explicaciones que allí nos ofrecieron. Terminada la visita, seguimos hasta el Parador donde, una vez aposentados, pudimos degustar un excepcional almuerzo. Luego el que quiso, hizo la siesta mientras otros realizaban una caminata hasta los Roques y El Mirador de Ucanca.
Después de asearnos en las maravillosas habitaciones, disfrutamos de una suculenta cena que nos vino de lujo para poder apreciar los comentarios referentes a las estrellas (que se veían poco, no porque se hubiesen ido, sino mas bien gracias a la calima) y como no, se terminó la jornada con una degustación de licores en los salones (solo para nosotros).
Al día siguiente cada uno disfrutó como pudo, unos en las piscinas climatizadas, otros realizando un sendero y otros en ambas cosas hasta que llegó la guagua con nuevos compañeros que venían de Santa Cruz para irnos a Vilaflor, a comprar “los rosquetes. Allí almorzamos y pasamos un ratito acompañados de parte de nuestra rondalla fielmente dirigida por nuestro inseparable maestro Quique, que siempre está dispuesto para nuestro deleite y gozo en todos los eventos. Terminado este acto de entretenimiento, salimos en dirección a Santa Cruz para poder descansar llevando en nuestra mente las imágenes de estos impresionantes paisajes y de la convivencia vivida en estos dos días, con compañeros y amigos.
Paisajes y flora del Parque Nacional del Teide