VIAJE AL NORTE DE ITALIA Y LOS LAGOS : COMENTARIO

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VIAJE AL NORTE DE ITALIA Y LOS LAGOS 

    (20-29 DE ABRIL DE 2015)

Queridos compañeros de la Asociación Paulo Freire, como sabéis se ha realizado el primer viaje del año al Norte de Italia y a varios de sus hermosos lagos. Les presentamos un resumen de los días pasados en tan bellos lugares.
Se parte del Aeropuerto de Los Rodeos en vuelo regular de Iberia destino Madrid, enlazando con otro a la ciudad de Bolonia, donde nos alojamos en el Hotel UNA & RESORTS, desde el que se inicia al siguiente día una excursión hacia Rávena, ciudad perteneciente a la región de Emilia Romania, con David Frezzatto, el guía que nos acompañará durante nuestra estancia, y el conductor, Giovanni, ambos excelentes profesionales en sus respectivos trabajos.
Situada a 8 km de la costa del Adriático, la pequeña ciudad de Rávena llegó a ser capital del Imperio Romano de Occidente. Su gran riqueza artística se demuestra en los espléndidos mosaicos, de pasta de vidrio de diverso colorido, que adornan la Basílica de San Apollinare Nuovo, erigida en el siglo VI por orden de Teodorico, y el Baptisterio Neoniano, entre los siglos V y VI, cuyas paredes interiores están decoradas por dichos mosaicos, los cuales representan figuras relevantes de la época, y están resaltados por un fondo dorado.ladrilloMauro, el guía local, nos conduce por sus calles medievales, llenas de gente en bicicleta, hasta la Iglesia de San Vitale, consagrada en el año 458 durante el mandato del emperador Justiniano, típicamente bizantina, de planta octogonal, con una cúpula soportada por ocho columnas y ocho arcos, junto a la que se encuentra un campanile cilíndrico. Al lado, uno de los monumentos más bonitos de Rávena, el Mausoleo de Gala Placidia, de la primera mitad del siglo V, y en el que se hallan los restos de la hija del emperador Teodosio. No se concluye nuestro recorrido sin nombrar la tumba de Dante, quien murió de paludismo aquí a principios del siglo XIV, huyendo de la acusación de robo de dinero público en Florencia.
Se almuerza en Rávena, en el Restaurante –Pizzería Al Portico, finalizando el día en Bolonia, donde realizamos una visita peatonal por su centro histórico, flanqueado por doce puertas y vestigios de la antigua muralla.
Llama la atención la gran cantidad de pórticos que la conforman, unos 38 km, que recorren prácticamente todo el casco antiguo, en distintos estilos arquitectónicos y diversos tamaños. Asimismo, la monumentalidad de la Plaza Mayor y sus alrededores, donde destacan: Catedral de San Petronio, patrono de Bolonia, enorme e inconclusa, de estilo gótico italiano, la 6ª más grande de la cristiandad europea; el Palacio Municipal, de fachada renacentista; el Museo Arqueológico, con ricas colecciones municipales; el Archigimnasio, sede de la Universidad de Bolonia hasta principios del siglo XIX; la Fuente de Neptuno (siglo XVI), con la estatua de bronce del dios del mar, rodeada de ángeles, delfines y sirenas.torresDesde allí, por la calle Rizzoli, llegamos a las Dos Torres, inclinadas y símbolo de la ciudad, llamadas de Asinelli y Garisenda, en la Plaza de Porta Ravegnana, de la que arrancan varias de las principales calles y plazas, como la de la Mercancía, flanqueada por edificios góticos, y la de Santo Stefano, de forma irregular, en la que se ven tres de las siete iglesias románicas que formaban el conjunto religioso, ninguna de ellas dedicada en la actualidad al mártir: la Iglesia del Crucifijo (que data del siglo X en su origen), el Sepulcro, de planta circular, y la de San Vitale, románica.
Después de la cena en el hotel, David se ofreció para los que quisieran a dar un paseo nocturno, a lo que se sumaron unos cuantos, con la oportunidad de recorrer durante dos horas y media el núcleo histórico escuchando  las detalladas explicaciones del guía.
Se continúa con el itinerario, hoy en dirección a Ferrara, la ciudad en deuda con sus antiguos gobernantes, los Estensi, (la familia de Este) que dan nombre al castillo que se levanta en medio del centro histórico, el Castello Estense, primera mitad del siglo XV, gran mole de planta cuadrada rodeada por un foso con cuatro puentes levadizos.
La Catedral de San Jorge, de origen románico, siglos XII-XIV, con mezcla de gótico lombardo, cuya fachada, revestida en mármol, presenta tres portadas en una de las cuales se ve esculpido un San Jorge, además de un campanile del siglo XV, en la Plaza Trento e Triste, antes llamada Plaza de la Erbe, por estar el mercado. Detrás se extiende el barrio judío. Al sur de la catedral, la Calle delle Volte transcurre paralela a las murallas, cubierta por numerosas bóvedas. En los 20 minutos de tiempo libre admiramos esa ciudad de arquitectura renacentista pura.catedralYa en la señorial Vicenza, famosa artísticamente por los edificios del arquitecto Andrea Palladio (1508-1580), uno de los más importantes del Renacimiento, se almuerza en la Trattoría Ponte delle Bele, para iniciar la visita peatonal con Wilma, la guía local.
Su última obra fue el Teatro Olímpico, finalizado en 1583, tres años después de su muerte. De forma trapezoidal, con un impresionante escenario de perspectiva fija en madera y estuco, no ha cambiado nada, ningún detalle desde que se construyó, y con una inmejorable acústica.teatroEl Templo de la Santa Corona, con su campanile mudéjar, se erigió en el siglo XIII para guardar el relicario que contiene una espina de la corona de Cristo. Además, en su interior se pueden ver obras de Bellini, Veronés, etc. En la Piazza dei Signori, la Torre Bissara y la Basílica Palladiana sobresalen por su belleza y por ser esta última el símbolo de la ciudad. La Catedral de Santa María Annunciata, en la Piazza del Duomo, mezcla diferentes estilos, rematados por la cúpula de Palladio.
En guagua, traslado a las afueras de la ciudad, donde se hallan diversas villas, entre ellas la más famosa de Palladio, que pudimos visitar, llamada Villa Capra-Valmarana, conocida popularmente como “La Rotonda”, cuyo lujoso interior se estructura alrededor de un núcleo circular. Desde su jardín, además, se contempla una bonita panorámica de todo el valle.
Tres noches pasaremos en el Hotel Internazionale Abano Terme, ubicado en la pequeña localidad de Abano Terme, zona de balnearios famosos por sus aguas de origen pluvial que al entrar con el interior de la montaña adquieran beneficiosas propiedades.
El siguiente día se dedicó la mañana a visitar dos villas palladianas de la mano de la misma guía local, siguiendo los bellos paisajes que configuran las colinas de los Euganei (oasis natural de volcanes de gran riqueza geológica) y la Riviera del Brenta, donde se encuentran muchas de esas villas históricas, como la “Villa Foscari”, llamada la “Malcontenta, rodeada de sauces llorones, junto al cauce de agua, con vestíbulo, salones y dormitorios a los lados, reflejo de una refinada vida social. Lo mismo se puede decir de la “Villa Widmann”, con su capilla u oratorio privado, sus lámparas de cristal de Murano, paredes de ricos tapices de brocado verde, salita de música, sala de muestra de góndola, etc.chicos
Después del almuerzo en un pintoresco rincón de la pequeña localidad de Dolo, en el molino de agua del río Brenta, en el Restaurante Al Cristo, se decidió por unanimidad  ver la ciudad de Padua en lugar de otro palacio, como estaba previsto, famosa desde hace siglos como centro de cultura. Su Universidad, de las más antiguas del mundo, permitió a Galileo Galilei seguir enseñando cuando la Iglesia lo había condenado.canales 2Admiramos el Prato delle Valle, la gran plaza oval rodeada por estatuas de personajes destacados de las ciencias y las artes y por un estanque, además de casas porticadas, palacetes, terrazas, antes de entrar en la Basílica de San Antonio, levantada en 1232, transición entre el románico y el gótico, con ocho cúpulas bizantinas. Ocho son también las esculturas de Donatello y un Cristo lo que se observa en el altar mayor, a cuya izquierda se halla la tumba de San Antonio, lugar de peregrinación. El claustro ha sido convertido en tienda de recuerdos. Delante de la basílica, el monumento ecuestre en bronce realizado por Donatello en homenaje a Erasmo da Narni, conocido como el Gattamelata, (“gata melosa”), condottiero del ejército de tierra veneciano, caballero de carácter afable.
El café en el Pedrocchi, inaugurado en 1831 y con estructura de templo clásico, en su momento lugar de encuentro de artistas e intelectuales, levantó los ánimos para seguir dando un paseo por esta atractiva ciudad en el tiempo libre.
El día 24 se corresponde con la visita a Venecia, la “República Serenísima”, como se le conocía entre la Edad Media y el Renacimiento, rodeada por la laguna que se formó en la desembocadura de los ríos Po y Piave, levantada sobre 120 islas, con 177 canales y cerca de 400 puentes, conservada casi intacta hasta la actualidad.
suspirosEl autobús queda en uno de los aparcamientos del Trochetto, unido con el resto de la ciudad por el barco, que cogimos allí para sólo nuestro grupo. La Llegada a la Plaza de San Marcos, donde bajamos, fue preciosa. El primer contacto con tierra es un poco precipitado, pues nos esperaba Guliano, el guía local, para entrar en el Palacio Ducal, pero incluso así de camino por la Riva degli Schiavoni, zona muy frecuentada, que forma un paseo abierto a la laguna con varios palacetes, hoy hoteles de lujo, y tiendas de recuerdos, nos encaramos con el Puente de los Suspiros, en el mismo canal que el Puente de la Paja, donde después de contemplarlo rápidamente, se hacen las fotos de rigor.
La entrada al Palacio Ducal, donde residía el dux, y un buen ejemplo del gótico veneciano, se realiza por la ornamentada Escalera de Oro que da paso a las plantas. En la primera, destaca la Sala del Consejo Mayor con quizá uno de los óleos más grandes del mundo, Paradiso, de Tintoretto. Siguiendo las explicaciones de Guiliano, con auriculares, recorrimos las diferentes salas del palacio, auténtico museo, con obras de Veronés, Bassano, Palma el Joven… hasta pasar por la prisión, comunicada con éste por el Puente de los Suspiros, donde Giacomo Casanova y Galileo pasaron algún tiempo.plazadesanmarcos
A la salida, por la Puerta de la Carta (1438), escalera de los Gigantes, con  hermosas estatuas, se pudo entrar a la Basílica de San Marcos, que no estaba prevista, dado que la cola no era ingente, como es lo habitual, en cuya fachada sobresalen los cinco pórticos decorados con mármoles, mosaicos y esculturas, ejemplo de la fusión de Oriente y Occidente. Sobre ellos, una copia de los cuatro caballos  del siglo IV a.C., traídos desde Constantinopla cuando los venecianos tomaron la ciudad. El interior impresionante, con cantidad de mosaicos dorados y mármol; el suelo a base de teselas policromadas también es muy bello. El trazado de la planta es de cruz griega y se divide en tres naves.
Breve tiempo libre antes de almorzar en la Taverna dei Dogi, situado en una estrecha callejuela, para poder admirar en todo su esplendor la Plaza de San Marcos, entre la Torre del Reloj (finales del siglo XV), el Campanile, reconstruido después de que cayera en 1902, la Logia de Sansovino (biblioteca Sansoviniana), que toma el nombre del arquitecto que la diseñó, las Columnas de San Marcos y San Teodoro, de granito oriental, en la llamada Plazoleta de San Marcos, sobre las que descansan el león de San Marcos en bronce y la estatua de mármol del primer santo protector, Teodoro, patrono de Venecia hasta el año 828 d. C., cuando se trajeron las reliquias de San Marcos desde Alejandría. No faltaron las tradicionales fotos ante el Café Florián, habitual de literatos del siglo XIX, como Byron, Dickens y Proust.
Después de la comida, rápida visita al Museo Correr, en la misma plaza, cuyo nombre se debe al acaudalado Teodoro Correr, quien legó su amplia colección a la ciudad, donde se pudo ver el plano de Venecia (1497-1500) de Jacopo de Barbari, labrado en seis paneles de madera de peral.
De nuevo en la Plaza de San Marcos, donde la gente se dispersó, cada cual donde quiso en las dos horas libres. Algunos callejeamos hasta el Puente Rialto, el más antiguo de los puentes del Gran Canal, donde se sigue viendo la antaña actividad mercantil que caracterizaba a esta zona, lugar de mercado desde 1097. Desde allí, cogimos una embarcación, la llamada taxi, que por 120 euros la hora, nos dio un inolvidable recorrido por el Gran Canal, flanqueado a ambos lados por majestuosos palacios, el cual divide Venecia en dos, y por el Canal de la Giudecca, hasta bajar en la Plaza de San Marcos, por cuyos alrededores se hicieron las típicas compritas, rapidito, pues nos esperaba el barco que nos trasladaría de nuevo hasta la guagua y rumbo al hotel, y aunque, cansados, después de la cena, hay quien siguió de marcha en el vestíbulo, al ritmo de baile.Gran canal 1
Hoy tocan las ciudades de Brescia y Bérgamo, la primera, a caballo entre la región del Véneto y la de Lombardía, con la guía local, Annalisa, que nos llevó un poco al trote.
Brescia, hoy centro industrial y moderno, alberga un rico pasado. De la época romana, el reconstruido Templo Capitolino (siglo I) y el teatro. En la Plaza de la Logia, renacentista, que fue y sigue siendo, el centro de la ciudad, Canal Gse hallan La Logia, palacio destinado al Consejo de la República de Venecia, que en la actualidad es el Ayuntamiento, con cúpula de plomo, y a su lado, el Monte de Piedad, un conjunto de edificios de los siglos XV-XVI. En la Plaza Pablo VI, el Duomo Viejo, llamado popularmente La Rotonda, primer edificio románico (siglo XI), por su planta circular; el Duomo Nuevo, del siglo XVII, y el Broletto (Palacio de Justicia), del siglo XIII, junto a la bella Torre del Popolo, construcción medieval.BS_Duomo_Vecchio
Rumbo a Bérgamo, de la región dela Lombardía, donde se almuerza, en el Restaurante La Vendemmia. Allí nos esperaba la nueva guía, Margarita, frente al Monasterio de San Agustín, hoy sede universitaria.
Bérgamo Baja y Bérgamo Alta, las dos zonas de la ciudad enclavada en las laderas de los Prealpes Orobios. En la parte baja, predomina la industria y el comercio; en la alta, un rico patrimonio artístico, con agradable sabor Nos adentramos por la Torre de Adalberto, primer obispo de Bérgamo, hasta llegar a la Plaza Vieja en la que  se pueden observar edificios medievales de piedra, palacios renacentistas, una torre del siglo XII y varios cafés históricos. En la contigua Plaza del Duomo se encuentra la Basílica de Santa María Maggiore, de diferentes estilos, con un gran pórtico adosado y con un arco sostenido por dos leones. El interior es barroco, con mármoles estucados, elementos ornamentales, pinturas y tapices. En la fachada de la misma plaza, la Capella Colleoni, obra maestra del Renacimiento lombardo, de mármoles blancos y rosas alternados y galería superior afiligranada. En ella está enterrado el condotiero Bartolomeo Colleoni, de quien partió la idea de la construcción.
Después se continúa en ruta hacia Arona, hermanada con Arona en Tenerife, donde está el Hotel Atlantic, en el que se pasan los días restantes, ubicado en las inmediaciones del Lago Mayor o Verbano. Estaba lloviendo y bastante nublado.
En esta ciudad nació San Carlos Borromeo, a quien se le dedica una gigantesca estatua de bronce, erigida en el siglo XVII y una iglesia medieval, entre las murallas venecianas del siglo XVI.blanco
Nos adentramos por la Torre de Adalberto, primer obispo de Bérgamo, hasta llegar a la Plaza Vieja en la que  se pueden observar edificios medievales de piedra, palacios renacentistas, una torre del siglo XII y varios cafés históricos. En la contigua Plaza del Duomo se encuentra la Basílica de Santa María Maggiore, de diferentes estilos, con un gran pórtico adosado y con un arco sostenido por dos leones. El interior es barroco, con mármoles estucados, elementos ornamentales, pinturas y tapices. En la fachada de la misma plaza, la Capella Colleoni, obra maestra del Renacimiento lombardo, de mármoles blancos y rosas alternados y galería superior afiligranada. En ella está enterrado el condotiero Bartolomeo Colleoni, de quien partió la idea de la construcción.
Después se continúa en ruta hacia Arona, hermanada con Arona en Tenerife, donde está el Hotel Atlantic, en el que se pasan los días restantes, ubicado en las inmediaciones del Lago Mayor o Verbano. Estaba lloviendo y bastante nublado.
En esta ciudad nació San Carlos Borromeo, a quien se le dedica una gigantesca estatua de bronce, erigida en el siglo XVII y una iglesia.
Como sorpresa de recibimiento, la cena de esa noche fue en el último piso del hotel  con unas lindas vistas del lago y las luces de los edificios de Angera, situada frente de Arona, en el punto más estrecho del lago, donde éste sólo mide 2 km y, que, además es la localidad de la que procede David, el guía. Amanece el día muy oscuro, con nubes grises, parece que va a llover, pero se inicia nuestro recorrido por las bellas Islas Borromeas, llamadas así porque ya en el siglo XVI pertenecían a la familia milanesa de los Borromeo.islas Borromeas
Son un grupo de tres pequeñas islas y dos islotes en la parte italiana del Lago Mayor: Isola Bella (Isla Bella), Isola Madre (Isla Madre, Isola Pescatori (Isla de los Pescadores o Superior).vaporeto
Se embarca a las 9,30 h en el Helvetia, que después de varias paradas a lo largo del Lago Mayor, rodeado de verdes montañas y salpicado de hermosas mansiones ajardinadas, nos deja en Stresa, desde la cual se toma otra pequeña embarcación hasta la Isla Bella, donde pudimos admirar un espléndido jardín a la italiana con diez  terrazas superpuestas en gradas, llenas de flores y plantas exóticas, que rodea el lujoso Palacio Borromeo, mandado a construir en 1632 por Carlos III Borromeo (1586-1652), dándole el nombre a la isla Isabella, en honor a su mujer Isabella d’Adda. Suntuosas estancias con techos de estuco, muebles de taracea, candelabros de Murano y magníficas pinturas y tapices flamencos  lo adornan.
Además, unas intrincadas grutas artificiales llamadas Cuevas de Neptuno, en el piso inferior, que están recubiertas con piedras y conchas en colores blanco y negro.4 fotos
Barco rumbo a la Isla de los Pescadores, donde se almuerza en el Restaurante Unione. Luego tiempo libre para pasear por la isla, la más pequeña de las tres, y la única que alberga un núcleo de habitantes permanentes, unas cincuenta personas. Constituye un pintoresco rincón con entramadas callejuelas flanqueadas por casas de grandes balcones y en el centro la Iglesia de San Vitore, de origen románico, en la que destacan unos frescos del siglo XVI y el altar mayor con los bustos de los santos (San Carlos Borromeo, canonizado en 1610, San Ambrosio, San Vitore y San Protasio).
Después embarque de nuevo hacia la Isla Madre, la mayor de las tres, que nació como lugar de veraneo de la familia y en la que se construyó un palacio alrededor de 1590, que también conserva mobiliario  de estilo, así como valiosos cuadros, y una colección de muñecas y exposición de teatros de marionetas. La zona norte del jardín es como un parque romántico con más de 500 variedades de camelias, azaleas y rododendros, entre los que se pasean los pavos reales blancos, faisanes dorados y papagayos.pavo
Así como, el ciprés de Cachemira, el que fuera mayor de Europa, que despliega sus ramas sobre un patio de grava, hoy intentando recomponerse de un tornado ocurrido en 2006.
En Stresa se dispuso de una hora y media para disfrutar de esta localidad situada en una bonita posición panorámica en el golfo de Borromeo, con vistas a las Islas Borromeas y a los Alpes. Fue frecuentada por aristócratas y artistas, de ahí que conserve su estilo de Belle Epoque, con lindos escaparates y hoteles llenos de encanto, pero todo muy caro. La plaza Cardona, con elegantes pórticos, configura el corazón del lugar. El Delfino nos traslada hasta Arona bajo una lluvia que por fin hizo aparición, menos mal que coincidió con la hora de regreso al hotel.
Y aunque no se pudo escapar de la lluvia, que estuvo marcando tenazmente la siguiente jornada, con cielo muy encapotado y oscuro, se continúa en la guagua hasta Verbania, donde se realiza la primera parada para ver los jardines de la Villa Taranto.Jardines
Seguía lloviendo y sólo se animaron a bajar unas trece personas que acompañadas por David comenzaron el recorrido bajo sus paraguas por el jardín botánico de la villa que fue iniciado por el escocés Neil Mc Eacharn  en 1931, con miles de plantas: Paseo de las Coníferas, con la Fuente de los Ángeles, el Laberinto de las Dalias, los invernaderos, el Mausoleo del fundador, la Valetta (pequeño valle) artificial, jardines en terraza y las sugestivas flores de loto.Jardines colores
Seguimos en el bus, siempre lloviendo, hacia Orta San Julio en el Lago de Orta, el más occidental de la región, situado a los pies de los Alpes, que forma una bella cuenca hídrica.
vaporeto 2Se embarca en Varenna hacia el Lago de Orta, uno de los más tranquilos, rodeado por montañas y rica vegetación, en cuyo centro emerge la Isla de San  Julio, pequeñita, con una basílica dedicada al santo, en la que destacan unos frescos del siglo XVI y la cripta con su cuerpo. Después del almuerzo en el Restaurante Venus, dimos un pequeño paseo peatonal hasta embarcar en el Valentina. Ante el mal tiempo, David nos quiso compensar paradahaciendo una breve parada, siempre bajo la lluvia que no nos abandonó en todo el día, cerca de Arona, ante la colosal estatua de San Carlos Borromeo (1538-1584), que fue erigida por orden de su primo Federico Borromeo, su sucesor como arzobispo, realizada con losas de cobre repujadas con martillo y unidas por clavos de hierro, y consagrada el 19 de mayo de 1698. Se apoya sobre un pedestal de granito de 11’20 metros de alto, mide 20’68 metros y está hueca en su interior. A través de una empinada escalera se puede subir a la cabeza y admirar el panorama a través de las aberturas de sus ojos y boca.Figura cura
Nos resarcimos durante la cena bufé en el hotel con una presentación exquisita y una amplia variedad de buena comida y postres.
Por suerte, la siguiente jornada se mantuvo buena. Y partimos hacia el Lago de Como, cuyos tres brazos acarician los picos nevados de los Alpes, de ahí que reciba tres nombres: lago de Lecco, lago Lario y lago Como, a un extremo de los cuales se yergue la ciudad de Como, que fue una de las más industrializadas, sobre todo, como uno de los centros europeos más importantes de producción y transformación de la seda. Recorrimos las orillas del lago por una estrecha carretera, pero de espectaculares vistas, hasta la llegada a Como, enmarcada por colinas, donde visitamos el Duomo, situado en la plaza del mismo nombre, gótico-renacentista, con pilastras en la fachada decoradas con santos y cuyo interior presenta un retablo de madera con complejas tallas y pinturas, además de nueve tapices del siglo XVI y una tabla en la que se narran episodios de la vida de San Abundio, patrono de la ciudad. En la plaza sobresale el Palacio Municipal (Broletto), de mármol gris y rosa del siglo XIII. En la plaza de San Fedele, la iglesia del mismo nombre, románico-lombarda del siglo XII y en la plaza Giusseppe Verdi, el Teatro.Plaza amarilla
Un poco de tiempo libre para callejear antes de partir hacia Tremezzo, donde se halla la villa más hermosa del lago, la Villa Carlota, construida en el siglo XVII y reformada en el XIX, como un museo de cuadros de la escuela lombarda y esculturas de Antonio Canova, con exquisitos jardines paisajistas, en los que destaca la floración de las azaleas. Desde sus terrazas se admira la magia y el encanto del lago y sus alrededores.lago
Al final de la comida en el elegante Restaurante Hotel Reina Victoria, David nos deleita con una estupenda interpretación al piano en el recibidor del hotel.pianista
Embarcamos en el Spluga  hacia Menaggio, con un centro histórico en el que destaca la iglesia barroca de San Stefano. Otro barco hacia Bellagio, popular localidad que ha mantenido un agradable núcleo antiguo que se eleva por laberínticas callejuelas medievales en pendiente entre comercios y bares. Así se llega a la Basílica de San Giacomo, que fue bombardeada durante la 2ª G M, jardin trianlas iglesias románicas de San Giorgio y San Martino y la barroca de San Juan Bautista.
De nuevo en el embarcadero, en la Plaza de la Libertad, llena de actividad con sus restaurantes y hoteles, cogemos el Lario, que nos dejará en Cadenabbia, que ofrece una magnífica vista de la península de Bellagio y el lago Lecco. Desde allí hasta el hotel donde hubo otra sorpresa, invitación a un cóctel por parte de la Asociación antes del bufé de la cena. Gracias en nombre de todos por tan suculento detalle.jardin viol
Último día, despedida de Arona y su hotel. Salida en guagua hasta Milán, capital política de la Lombardía y financiera de Italia, la ciudad de la música por la fama del Teatro alla Scala, del diseño y de la moda, donde la mayoría de ejecutivos van con corbata y trajeados perfectamente. Allí nos esperaba Enrico, el guía local, que nos dio un rápido recorrido por el Duomo, en la plaza del mismo nombre, y aunque no se pudo admirar en todo su esplendor porque parte de la fachada está en proceso de limpieza, no deja de impresionar la magnificencia de esta iglesia en la que se superponen estilos (barroca en la base, neoclásica a media altura, neogótica en el ribete superior). Tiene más de 3500 estatuas y se apoya sobre 52 grandes columnas. En lo alto de la aguja principal, la estatua de cobre dorada de la Madonnina, mide 4’16 metros, que protege a los milaneses, y es el símbolo de la ciudad. Sorprende, sin embargo, el interior por su oscuridad, frente a la luminosidad exterior, aun con sus bellas vidrieras polícromas de principios del siglo XV.Edificio blanco
Al lado de la catedral, el Palacio Real, de estilo neoclásico (1778), en la actualidad sede del Museo de Arte Contemporáneo.  A la izquierda de la fachada de la misma, la Galería Vittorio Emmanuele II, cruciforme, cubierta con hierro y vidrio que se prolonga hasta la Plaza della Scala, donde está el famoso teatro, cuya fachada te desilusiona por su austeridad, aunque dicen que el interior presenta algunos rasgos barrocos. Sí vimos en el centro de la misma plaza el Monumento a Leonardo da Vinci (1872) y sus discípulos, y en otro extremo, el Ayuntamiento.Tampoco se pudo ver la obra maestra de Leonardo, La Última Cena, un hito de la pintura renacentista, pero sí pasamos por el convento dominico, al lado de la Basílica de Santa María delle Grazzie, en el que se encuentra, quizá la pintura religiosa más conocida en el mundo.estatua 4
En la Plaza de San Fedele, la iglesia del mismo nombre, comenzada en 1569 y finalizada en 1835. La fachada semeja un templo griego, con columnas corintias. Delante se encuentra la estatua de Alejandro Manzoni, escritor milanés, quien en su novela Los novios retrata la sociedad lombarda del siglo XVII y cuya acción se desarrolla en Milán y en Lecco (Lago de Como) durante el dominio español. Es lectura obligatoria en las escuelas italianas.
Después de un corto tiempo libre dejamos atrás el centro atravesando la calle Dante hasta el Castillo Sforzesco, junto al parque Sempione, donde nos esperaba el autobús. Antes de llegar, pasamos por las puertas de la Exposición de Milán que se inaugurará en mayo, no exactamente las mismas, sino una copia que se ha puesto al final de dicha calle y al inicio de la entrada del castillo, el cual es una imitación renacentista realizada a finales del siglo XIX y principios del XX. Del original queda muy poco, siendo un conjunto de fortalezas, castillos y torres que iniciara en 1451 Francesco Sforza.plazaSin título
Es un enorme bastión rectangular al que se accede por la Puerta del Filarete o del reloj al patio o plaza de armas, que pasamos rápidamente porque ya era tarde y teníamos que llegar al Aeropuerto de Malpensa para tomar el vuelo con destino a Madrid y desde allí hasta Tenerife, donde finaliza este completo viaje, tanto cultural como paisajísticamente. Como siempre, destacar la camaradería del grupo, y en este caso, el buen hacer de David, el guía, así como el chófer. Nos despedimos con un hasta el próximo, compañeros.
                                                                                                            Enriqueta Guanche